Había un tema que me tenía muy preocupada, ¿y si algún día por fin era normal y ya no me sucedían las cosas que normalmente me pasan?¿qué le pasaría a este pobre blog? recién nacido que estaba ¿acabaría escribiendo como hice en el último articulillo? No quería que eso sucediera por dos motivos, por demasiado personal y sobre todo, por lo poco divertido que resultaba. Estaba preocupada de verdad. Necesitaba buscar una solución. Después de mucho pensar por fin encontré la solución al problema: debía buscar un trabajo de camarera para los fines de semana. Para otra persona sería un trabajo como otro cualquiera para mi sería una fuente inagotable de información. Sabía que tarde o temprano pasaría algo que pudiese contar aquí. Así que me puse manos a la obra.
Lo primero era conseguir una entrevista... Tampoco tenía que ser muy difícil, el asunto era ponerle ganas. Me vestí con mi mejor sonrisa y tire p´alante. Encontré, por medio de un amigo, el bar perfecto. Ahora solo tenía que pasar el primer fin de semana que era el de prueba. Me disponía a ser la mejor camarera del mundo... además tenía la excusa perfecta para ir de compras a las rebajas, necesitaba ropa nueva para el nuevo trabajo... aún así, fuí responsable y decidí esperar a pasar el finde de prueba.
Después de servir a una amiga un cubata compuesto de dos licores de manzana, eso sí, de diferentes marcas, porque uno de ellos lo confundí con la botella de lima, de servir a un cliente un pacharan con limón de exprimido porque su pareja me pidió un ron con coca cola y confundí los vasos donde echar el limón exprimido, de desaprovechar muchas cervezas porque no sabía como se tiraban las cervezas y allí había cuatro grifos diferentes y cada uno se tiraba de una manera, de romper más vasos de los que debería haber roto para decir que eran los nervios... me di cuenta que, a lo mejor, no era la mejor camarera del mundo... sin embargo... conseguí el trabajo.
Después de trabajar un tiempo allí solo tengo claro tres cosas:
1. Soy la única camarera que no liga. Aunque cada persona que sabia que empezaba a trabajar me decía eso de "las camareras ligan un montón" (sobre todo me lo decían los tios) parece ser que no siempre se cumple esa regla... conmigo al menos no ¿o seré la típica excepción que confirma la regla?...
2. Mi jefe debe estar bueno. Todas y cada unas de las mujeres que han venido a verme, independientemente de la edad, me han dicho lo mismo: "Tu jefe esta bueno".
3. Los viernes por la noche suelen salir gente más rara de los que salen los sábado por la noche.
Pero por el momento la cosa funciona ¿no? ¡Ya puedo ir a las rebajas!.
Nos vemos por aquí.
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