jueves, 26 de julio de 2007

Sorprendente

Hay veces que suceden cosas a nuestro alrededor que nos sorprenden o descolocan. No sabes si reír o como actuar… Que de mi banda favorita uno de los que han sido contratado para tocar en una orquesta sea el pequeño bajista es una de ellas… ¿Dónde esta la trampa? Porque sí que es cierto que el chico ha mejorado lo suya con su bajo (que! hay que animar ¿no?) pero de ahí a que toque en una orquesta por pueblecillos… Podría decir que el caso me interesa lo suficiente como para ponerme a investigar pero pa que… Por eso os invito a ver la página de nuestro gran redactor de La banda l´ambar que ya investiga el citado caso... o preguntarle al protagonista en cuestión que ya os contará los pormenores del asunto, así que es innecesaria una investigación de las que me gustan...

Como sorprendente es el tipo de hombres que suelen atraerme. Por ejemplo, me parecía muy muy atractivo un chaval que mis amigos decían que se parecía a Alf (sí... ese mismo Alf... el marcianito...) sin embargo los chicos que mis amigas (y todas las féminas que conozco) me dicen que están buenos pues nada, que a mi no... Así que por fin, después de años de oírlo de las personas más cercanas a mí, empiezo a estar de acuerdo con la afirmación de "los tíos que te gustan son algo raros..."

Que sea la única camarera que no liga en Zaragoza no sé si me sorprende, me hace gracia, me halaga o me molesta... Me gusta esto de ser única y aunque también es cierto que me apetece bien poco ligar cuando estoy detrás de la barra, sí debo reconocer que el orgullo es el orgullo... Eso sí que me apetece investigar. Comprobar que el resto de compañeras de profesión sí que lo hacen o, por el contrario, hay a alguna a la que le pasa lo mismo que a mí. Para eso debería hacer un tour de bares pero aquí surge la primera duda. O voy por la tarde y me harto de cafés, no muy aconsejable para mi corazón, ya que excesivos cafés no me sientan del todo bien. O voy un poco más tarde y me harto de cañas y, ya no sé si es aconsejable o no, pero puedo pillar un pedo de estos que hacen historia. También podría tomar en unos cafés y en otros caña pero ¿no se supone que es malo mezclar? Mucho mejor si sólo tomo cañas ¿no?, además, como ahora estoy conociendo el mundillo de las diferentes cervezas pues sería como estudiar haciendo prácticas.

Pero de todo, lo que más me sorprende es mi teoría para explicarme a mi misma el por qué de mis caderas y que además me la crea. Mi teoría: teniendo en cuenta que calzo un 40 de pie y que mis manos son algo más grandes que las del resto de mis amigas y parecidas a las de mis amigos, cuando mi estatura es de 1´62, entendiendo que es porque yo debería haber sido más alta. Y, claro, las caderas que debían estirarse hacia arriba pues se encontraron con que no crecí y entonces se estiraron a lo ancho... de ahí que mis caderas sean como son... Y por eso también, siempre, mis novios son mucho más altos que yo, porque reconozco a los de mi "especie" (jajajaja... aquí es cuando me entra la locura... jajajajaja). Sí, señores y señoras, esa es mi teoría que además, como ya digo, me la creo... Ahora sólo tengo que averiguar el por qué de mi "no crecimiento"... bueno eso e ir a ver a algún doctor especializado en el campo de la psicología...

Nos vemos por aquí.

miércoles, 18 de julio de 2007

Cremas

Cuando una mujer de unos 50 años, dueña de una perfumeria, te tima es que el mundo se ha vuelto loco... y cuando tú te dejas timar por no crear una situación incomoda a una mujer mayor es que la que se ha vuelta loca eres tú...

Este finde, contenta por ir a las rebajas, me metí a comprar a una perfumeria que hay cerca de mi casa. Era cierto que las colonias estaban más baratas que en otros lados y se unía el hecho de ser un comercio propio, de estos pequeñitos que sacan lo mejor de ti y te hacen pensar "pues para que se lo lleve una multinacional mejor esta buena mujer". Pero cuando me vendió unas muestras como si fueran productos para la venta lo de buena mujer lo sustituí por un comentario un poquito menos tierno y más soez... Y así fue, me vendió unas muestras de las que regalan en esos comercios grandes (bonita ironía) y yo las compre... Pero ya no es que me dejara timar (porque eso es lo peor de todo, que lo vi venir, como a cámara lenta, y accedí...) sino que además yo, que solo quería comprarte una colonia, acabe llevándome la colonia, una pestaña de ojos con correcto porque mis ojeras empezaban a ser excesivamente visibles y un tratamiento para la cara porque la tenia muy apagada... vamos, que además de timarme la muy "z" me dejo bien claro que parecía todo menos bonita... Así que o me dejaba timar o la mujer no terminaba con su discurso de "tienes la piel muy apagagada y se nota que estas cansada y bla bla bla" y mi pobre ego iba bajando mas y mas y mas... así que entre que se resintiera mi bolsillo o mi seguridad preferí lo primero... ¿cual fue el resultado...? que mi seguridad no lo se pero mi orgullo pillo un cabreo...

Por que esa es otra, el mundo de las cremas, ya sean corporales, faciales o reductoras, son todo un mundo. Te encuentras en casa tranquilamente y decides que ya es horica de ir a comprar una crema anticelulitica. Crees, ingenua de ti, que va a ser una tarea fácil. Así que te pones lo primero que pillas por casa porque en cinco minutos volverás a sentarse en el sofa, eso si con tu crema bien puesta y creyendo que así la mitad del problema esta solucionado. Te diriges feliz a tu supermercado habitual. Vas directa a la sección de perfumeria. Y ya empiezas a no saber muy bien que hacer. Hay que explicar que, antes, había diferentes marcas de cremas anticeluliticas pero, más o menos, eran todas similares. Sin embargo, ahora, te encuentras con una estantería llena de diferentes cremas. Ya no de diferentes marcas, sino de diferentes tratamientos de una misma marca. La primera reacción es pedir ayuda a una simpática dependienta pero piensas "soy una mujer autosuficiente ¡como no voy a ser capaz de saber que crema necesito!". Así que empiezas a coger bote por bote para saber de que son. Te encuentras con cremas para la primeras celulitis "¿será para las mañanas?". Crema reductora "está me ira bien seguro", crema anticelutitis que ya esta incrustada, crema para la retención de líquidos, crema fría, crema caliente, crema de choque que combina la crema fría con la caliente, aceites anticelulitico, aceite para la retención de liquidos... ¡Dios, pero si las necesito todas!. Así que dejando al ladico tu autosuficiencia, decides pedir auxilio a la dependienta y le sueltas el rollo "Hola buenas. Verá necesito una crema que... bueno no lo tengo claro... es para la celulitis pero claro también estoy haciendo dieta y tampoco quiero que se quede fofa..." Y ahí, justico ahí, es donde cometes el mayor error que puedes cometer cuando vas a comprar algo similar: la inseguridad de no saber que necesitas. Acabas llegando a casa con una bolsa que contiene: gel para la retención de liquidos, crema anticelutica, aceite reafirmante, otro gel para darte una vez a la semana para cuidar la piel, crema rejuvecimiento (como es posible... ¡pero si ya aparento 25!), body milk... Y miras la bolsa y te miras al espejo y te preguntas como ha sido posible que fueras a por una simple crema anticelulitica y después de preguntar a la dependienta has acabado con tantas cremas que vas a tener que ir al Ikea a comprarte un armario solo para ellas... Y entonces te das cuenta de lo que realmente pasa: ¡esta dependienta es hija de la cincuentona timadora y han hecho el agosto contigo!

Nos vemos por aquí.

miércoles, 11 de julio de 2007

Futuro del blog

Había un tema que me tenía muy preocupada, ¿y si algún día por fin era normal y ya no me sucedían las cosas que normalmente me pasan?¿qué le pasaría a este pobre blog? recién nacido que estaba ¿acabaría escribiendo como hice en el último articulillo? No quería que eso sucediera por dos motivos, por demasiado personal y sobre todo, por lo poco divertido que resultaba. Estaba preocupada de verdad. Necesitaba buscar una solución. Después de mucho pensar por fin encontré la solución al problema: debía buscar un trabajo de camarera para los fines de semana. Para otra persona sería un trabajo como otro cualquiera para mi sería una fuente inagotable de información. Sabía que tarde o temprano pasaría algo que pudiese contar aquí. Así que me puse manos a la obra.

Lo primero era conseguir una entrevista... Tampoco tenía que ser muy difícil, el asunto era ponerle ganas. Me vestí con mi mejor sonrisa y tire p´alante. Encontré, por medio de un amigo, el bar perfecto. Ahora solo tenía que pasar el primer fin de semana que era el de prueba. Me disponía a ser la mejor camarera del mundo... además tenía la excusa perfecta para ir de compras a las rebajas, necesitaba ropa nueva para el nuevo trabajo... aún así, fuí responsable y decidí esperar a pasar el finde de prueba.

Después de servir a una amiga un cubata compuesto de dos licores de manzana, eso sí, de diferentes marcas, porque uno de ellos lo confundí con la botella de lima, de servir a un cliente un pacharan con limón de exprimido porque su pareja me pidió un ron con coca cola y confundí los vasos donde echar el limón exprimido, de desaprovechar muchas cervezas porque no sabía como se tiraban las cervezas y allí había cuatro grifos diferentes y cada uno se tiraba de una manera, de romper más vasos de los que debería haber roto para decir que eran los nervios... me di cuenta que, a lo mejor, no era la mejor camarera del mundo... sin embargo... conseguí el trabajo.

Después de trabajar un tiempo allí solo tengo claro tres cosas:

1. Soy la única camarera que no liga. Aunque cada persona que sabia que empezaba a trabajar me decía eso de "las camareras ligan un montón" (sobre todo me lo decían los tios) parece ser que no siempre se cumple esa regla... conmigo al menos no ¿o seré la típica excepción que confirma la regla?...
2. Mi jefe debe estar bueno. Todas y cada unas de las mujeres que han venido a verme, independientemente de la edad, me han dicho lo mismo: "Tu jefe esta bueno".
3. Los viernes por la noche suelen salir gente más rara de los que salen los sábado por la noche.

Pero por el momento la cosa funciona ¿no? ¡Ya puedo ir a las rebajas!.

Nos vemos por aquí.

Anuncios

Hoy en día hay pocas cosas que merecen la pena ver en la televisión. Exceptuando un programa y un par de series lo demás es más de lo mismo y cada vez peor. Además pongas a la hora que la pongas siempre, o en la mayoría de los casos, te encuentras con anuncios. Cada vez hay más y dura más el espacio dedicado para ellos. Por comentar alguno:

Uno de ellos es el de las aspirinas. El del niño este que se va de acampada y se deja el saco y su pobre mama tiene que ir con el saco todo el día para llevárselo después. Yo no conduzco y es posible que entonces no sepa mucho del tema pero, teniendo en cuenta que esta mujer tiene un todoterreno (porque se ve) ¿no hubiese sido mucho mas cómodo para ella guardar el puñetero saco en el maletero...? y luego se lo lleva al campamento, cuando se supone que el nene esta durmiendo y la monitora se lo deja ahí con una nota, muy tierna con un corazón pero ¿no seria mejor que se lo diera? si el corazón estará muy bien pero posiblemente el pobre niño preferirá tener el saco debajo de el que no encima de una mesa con una nota tierna...

Otro que me ha impresionado es el de la cerveza, no recuerdo la marca, que dice que veras todo con mas color y mucho mejor... si, eso es cierto, es justico como lo ves cuando llevas un ciego del quince: una mujer que su bicicleta se convierte en un caballo, unos muñecos del futbolin que cobran vida... lo dicho, que cuando has tomado varias cervezas, sean la marca que sea, si ves todo un poquito diferente a la realidad...

¿Y los de Martini? ¿¡como pueden hacernos esto a las mujeres?! Con lo bueno que esta George Clooney ¡es que no sale de medio bien en ninguno de ellos!.

El único anuncio que me parece majico es el de las espinacas y la nevera porque ¿a cuantos de nosotros nos han dicho eso de "pues te las comerás mañana"? Yo creo que a casi todos ¿os imaginais que durante tres días tengáis la misma cena por culpa de la maldita nevera?. Me solidarizo totalmente con el niños ¡abajo esa nevera!.

Nos vemos por aquí.